De un simple “like” a la ruina financiera: una historia real de estafa

A menudo escuchamos sobre personas que caen en estafas, pierden dinero y enfrentan graves consecuencias. Sin embargo, pocas veces vemos cómo algo tan pequeño como un “me gusta” en línea puede convertirse en años de manipulación y destrucción financiera. Eso fue exactamente lo que le ocurrió a Karen, una víctima que decidió compartir su historia.

El primer contacto

El 1 de enero de 2020, Karen recibió un “like” en la aplicación de Fitbit de un hombre llamado Charles Hillary. A diferencia de interacciones casuales, Charles insistió en comunicarse con ella y pronto le pidió mudarse a Google Hangouts. Como Karen ya usaba esa plataforma por trabajo, no lo consideró extraño.

Sin embargo, los estafadores suelen llevar las conversaciones a plataformas externas para reducir el riesgo de ser rastreados. Además, Karen notó algo raro: aunque Charles decía ser de Atlanta, sus mensajes llegaban siempre alrededor de las 2 AM. Cuando le preguntó, él dijo estar trabajando en Irlanda en una plataforma petrolera. Más tarde, Karen descubrió que en realidad su actividad coincidía con la zona horaria de África Occidental, un foco común de estafas digitales.

El engaño de la “caja”

A finales de enero, Charles le hizo su primera solicitud. Afirmó tener dinero retenido por una empresa de seguridad llamada Damag Security y le pidió a Karen recibirlo en su nombre, asegurando que no le costaría nada.

Pero pronto aparecieron los cobros: 3,900 dólares por el envío, seguidos de supuestos formularios que iban de 25,000 a 60,000 dólares. Cada vez que Karen dudaba, Charles se mostraba inocente, culpando a “circunstancias imprevistas”.

Para justificar por qué no podía acceder a los fondos, inventaba excusas cada vez más inverosímiles:

  • Su cuenta había sido congelada por presunto lavado de dinero.
  • Su exesposa le había quitado la mayor parte de su dinero.
  • Había perforado ilegalmente en aguas rusas y corría riesgo de ir a prisión.

Aunque parecían historias absurdas, Karen —una mujer preparada y con estudios— fue manipulada. Estas estafas no se aprovechan de la falta de inteligencia, sino de la psicología y la confianza humana.

Escalada y amenazas

A finales de 2020, la estafa había dejado a Karen con más de 65,000 dólares en deudas entre préstamos y tarjetas de crédito. Cuando intentó resistirse, los estafadores subieron el nivel de manipulación y recurrieron a amenazas, incluyendo una dirigida a la boda de su hijo. Dijeron que habría un “baño de sangre” con sicarios rusos. Incluso le enviaron la invitación de la boda para demostrar que tenían acceso a la información.

Para confundirla más, apareció un segundo personaje “amable” que ofreció ayudarla con 2,500 dólares. Este juego de “malo y bueno” es una técnica clásica para atrapar emocionalmente a las víctimas.

Las secuelas

Karen denunció el caso a la oficina del Sheriff, al FBI, a IC3 y a la Better Business Bureau. Pero el daño financiero y emocional ya estaba hecho. Quedó con una deuda inmensa, relaciones personales deterioradas y acoso constante del estafador, que aún hoy le envía correos a pesar de que ella dejó de responder.

Lecciones clave para detectar una estafa

La historia de Karen deja aprendizajes importantes:

  • Cambio de plataforma: desconfía si alguien insiste en llevar la conversación a otro canal.
  • Horarios sospechosos: compara la ubicación declarada con la hora real de los mensajes.
  • Documentos dudosos: busca siempre validar con profesionales o terceros confiables.
  • Múltiples identidades: si aparecen varias personas con un estilo similar de escritura, probablemente sea el mismo estafador.

Cómo protegerte

  • Tómate tu tiempo: no dejes que la urgencia te controle.
  • Verifica su historia: haz preguntas que solo la persona real podría responder.
  • Corta contacto: no tengas miedo de terminar la conversación.
  • Comprueba de forma independiente: confirma la información con canales oficiales o confiables.

Reflexión final

La experiencia de Karen demuestra que cualquiera puede ser víctima de una estafa. Estas operaciones están diseñadas para explotar emociones, confianza y miedo. La mejor defensa es la conciencia, el escepticismo y la verificación constante.

Fuente: https://www.malwarebytes.com/blog/scams/2025/09/from-fitbit-to-financial-despair-how-one-woman-lost-her-life-savings-and-more-to-a-scammer